como a un calcetín sucio
como a una remera vieja
como a un panal de abejas
en la rama de un árbol triste
me dejaste ahí colgado.
Y te esperé hasta echar raíces
y que se llene de tal vez el otoño
y esperé lleno de ansias y de gracia
porque mientras esperaba te imaginaba
que venías toda sonriendo
con la excusa de algún estúpido contratiempo.
Pero nunca llegaste
nunca viniste
nunca más sonreíste
me dejaste colgado
como a una remera vieja
como a un calcetín usado
como a un panal de abejas.
Y me siento tan solo
que sin aguantar lloro
lleno de rabia, dolor y tristeza
pensando que mientras yo te esperaba
la parca había puesto para dos la mesa.
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