supo haber hombres de gran valentía
que espada en mano se les enfrentaban
y lograban dominarlos en crueles batallas
algunos de estos morían
algunos por el filo, otros por el fuego
muy pocos hombres supieron
domarles su instintiva bravía
Los que a estas lides sobrevivían
eran fuertes como el roble
jinetes de ellos serían los hombres
y si perdían de psicolabis le servían
Cuentan las malas lenguas
que magia y poder el que ganara adquiría
de aquí es que nacen luengas leyendas
hermosos cantares y ciertas elegías
Hubo un momento en la historia
que Vladimir y Fregotz hicieron buenas migas
claro que él hombre era pródigo hechizero
y que la bestia tenía el corazón muy bueno
Fueron baluartes de increíbles hazañas
nadie nunca pudo meter entre ellos cizaña
eran fieles amigos grandes compañeros
que contra el mal, entrambos combatieron
Una vez acabado el mal en el orbe
las riquezas se distribuyeron de tal manera
que no quedaba en la tierra
ni hambruna, ni injusticia, ni pobres
los reinos se deshicieron de sus reyes
los pueblos se deshicieron de sus armas
no existía el miedo en la gente
ni resquemor les quedaba en sus almas.
Reinaron por años la paz y el sosiego
hombres y mujeres eran realmente hermanos
se compartía la siembra, la cosecha, el ganado
no había timos, engaños, ni ventajeros.
Pero el tiempo para todos pasa
y llegó el día en que al hombre y al dragón
sintieron frío en el su corazón
ya que a su puerta golpeó la parca
se sentó frente a ellos con su blanca sonrisa
los invitó a luchar contra los males eternos
sonrió satisfecho el dragón y con honor el caballero
aceptaron tal aventura con hidalguía
caminaron entre sombras hacia el valle de la muerte
miles de demonios temerían por su suerte
llegaban de otro mundo Valdimir y Fregotz
para lograr con justicia, igualdad y perdón.
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