Extraño tu inocencia
tu sonrisa franca
tu amorosa paciencia
y tu fe increíble en todo.
Extraño el calor de tu mano
esa mirada sincera
que de lo más profundo sale
y a lo más profundo llega.
Extraño tu piel delicada
tu alma dedicada a darse
y esa inmensa humanidad
que tenés al entregarte.
Extraño el verte llegar
con las mejillas rosadas
y tus labios que al besar
demostraban que me amabas.
No sé que ha sido de mí
ni contigo que ha pasado
espero verte regresar
mas nunca fuiste a ningún lado.
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