A veces duele el corazón
y uno se siente tan solo
que sobra la razón
para creer que todo es dolo.
Sentís que arrecia el viento rancio
y te sentís como perdido
te llenás de cansancio
por tener el pecho herido.
Maldita y profunda tristeza
que arrasa con la paciencia
llenando el ocio con pereza
amargando la convalecencia
la mente de a poco se recupera
y el corazón sus heridas sana
cuando el futuro nos espera
con amor, con fuerza y ganas.
Dame el poder de llegar alto
y la constancia para lograrlo
los caminos se hacen largos
cuando olvidamos donde vamos.
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