Estabas con él
en un bar
eran casi las cinco
y yo sin nada que hacer.
Fue cosa del destino
yo lo entiendo así.
Tropecé con tu mesa
y la botella tiré,
vos te reíste
pero él se enojó.
No sé lo que provoca
que las mujeres sean tan locas.
Se puso de pie
con aire bravucón
me tiró un derechazo
y yo lo esquivé,
fue obra de Dios
o no sé de quién,
de un solo cross
el pleito terminó,
lloraste y reíste
sentí confusión,
la mente es perversa
y raro el corazón.
No sé lo que provoca
que las mujeres sean tan locas.
Estabas con él
lo dejaste ir
estabas muy cansada
que él sea así
por lo que aproveché
de mil cosas te hablé
embarré un poco la cancha
y una copa te invité
me dijiste que sí
venía de racha
vos parecías feliz,
te regalé una rosa
y sonreí.
No sé lo que provoca
que las mujeres sean tan locas.
Y al amanecer
después de tanto trajín
sin saber por qué
te pusiste de pie
me besaste en la boca
y te fuiste tras él
no supe qué hacer
si seguirte hasta el fin
o quedarme en la cama
mirando MTV.
Nunca más te vi
pero pienso en vos
cual fue tu reacción
nunca la entendí.
Aunque al fin aprendí
que la mente es perversa
y raro el corazón.
No sé lo que provoca
que las mujeres sean tan locas.
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