Te pido me perdones
pues siempre te ando pidiendo
entendí que hay cuestiones
que yo debo ir resolviendo
pero hay veces que mis fuerzas
se hacen blandas y flaquean
y me invade la tristeza
y ni mi esperanza queda.
Por esto es que en vos me apoyo
en los momentos más flacos,
al sentir el pecho roto
de mi sombra me acobardo.
Espero entiendas que entendí
con la humildad más pura
que sé que estás ahí para mí
cuando necesite tu ayuda
pero que también debe aflorar
desde el riñón de mi alma
el esfuerzo en lograr
en el caos, mi calma.
Me entrego a vos licencioso
y a mí enérgico me yergo
es mi deber lograr el gozo
pues tu haz hecho todo el resto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario