En la mañana sentimental
los viejos senderos de Agosto
han dejado su rastros rojos
por sendas ya transitadas
con sus manos apasionadas
y la furia guiando sus ojos
de nada importaba el costo
él se sabía pasional.
No era nada personal
tal vez la culpa fue del mosto
que bebido a mal antojo
a los duendes vuelve hadas
y al santo saca puteadas.
Se le pegó como un abrojo
quitó su puñal angosto
y clavolo en el costal.
Tal herida fue el destino
de una riña sin sentido
muere mal quien ha bebido
una copa más de vino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario