Yo sé quien eres,
te reconozco
no trates de ocultarte
tras esa verdad oscura
ven ante mí, desvístete
no me temas,
soy yo quien debería temerte
me recuerdas a aquel miedo
que a sí mismo se temía
y al encontrarse en su reflejo
tuvo fuerte epifanía
sintió en ese momento
que había llegado el día
de no ser más solo un temor
y transformose en valentía.
Anda, sal de las sombras
tu no me temes, yo no te temo,
siéntate y siente conmigo
esto que entre los dos sentimos
es mi alma poco premio
para andar con estos juegos
muéstrate ante mí
yo no quiero hacerte daño
y tu a mí, aunque quieras
tampoco podrás dañarme
no eres Dios, ni eres amo,
apenas puedes con tus penas
siéntate conmigo a la mesa
que se enfriara la cena
y este plato no es de esos
que se comen mejor fríos.
Anda, no temas
no soy más que tu reflejo.
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