¿Puedo encontrarte
entre las letras dormidas
o, te arroparon silenciosas las mareas de otros versos
y te llevaron a orillas por mi no conocidas?
¿Estás ahí todavía?
¿Puedo encontrarte ante el abismo de mis rimas, o te fuiste atrevida ante la acometida de algún viento?
¿Estás ahí todavía?
Puedo sentir tu aroma
en la caricia de la brisa
y aún así
aunque busco sabueso en ningún rincón te encuentro.
¿Estás ahí todavía?
¡Qué importa no saberlo!
tengo por delante
el tiempo para hallarte
y hacer real el sueño.
Estás ahí todavía.
Te siento latiendo
en la intimidad de estos versos
que vibran
rezando, creyendo y deseando,
que estés ahí todavía.
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