Corresponde al pueblo
trabajar respetuosamente,
no conspirar,
educarse
mantenerse siempre alerta
y en buen estado de salud
físico y mental
para que
a la hora de elegir
a aquellos que los dirigen
puedan elegir
a quien más les convenga.
Cuando el pueblo
deja en manos de sus dirigentes
la educación
y la salud
y desatiende sus menesteres
queda cautivo de aquel que lo dirige
y eligen a la fuerza
y forzados, conspiran
así es como una nación
pierde su soberanía.
Cuando el pueblo no es soberano
está en manos de Dios
y de Dios es,
el reino de los cielos
y nosotros no somos
ningunos angelitos.
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