Has conseguido callar al monstruo
que grita dentro tuyo
pues desea beber tu sangre,
que te atormenta por las noches
pues descansa en tu insomnio
que te persigue entre las sombras
pues en tu temor se alimenta
que acecha en el silencio
pues en tu paranoia, crece.
Has conseguido callar al monstruo
dominar la bestia
detener su desenfreno
su apasionada necesidad
de sorber tu alma y reirse
desatada, alborotadora, bárbara.
Descansa
pues pronto la bestia volverá
a sentir el aroma que mana
de tu corazón bombeando vida
y despertará
y querrá adueñarse
de aquello que por un instante
lograste tener
en la palma de tu mano.
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