lunes, octubre 28, 2013

Empiria -- Poesía

No supe como protegerte
por eso
te envolví en un diluvio de palabras
de conceptos
de reglas, paradigmas e ideas
que usadas
en el tiempo y la forma correctas
con suerte
nada nunca jamás te pasaría.

Sólo quise protegerte
de los mentirosos
de los violentos
de los engañadores
de los pergeñadores de vilezas
de los que se aprovechan
de la dulce inocencia
que a todos nos toca ver morir de a poco.

Solo quería decirte que hay un camino
y que en ese camino vas a aprender
a defenderte, a creer, a ver, a ser
quien a vos se te dé la gana.

Y comprendí que no había nada que pueda hacer
que todo lo que diga de nada sirve hasta que lo vivas
y entendí que yo no estaba en mis palabras
mi yo está en acompañarte, en abrazarte, acariciarte
y estar ahí, cada vez que me necesites.

Y que si tenés que llorar, que lloremos juntos,
y me prometo no secarte las lágrimas,
no decirte ya no llores,
mi yo es acercarme, abrazarnos y llorar
hasta que este ahogo de mierda nos desanude la garganta
y podamos, de alguna manera
reconstruir de nuevo una sonrisa.

1 comentario:

María dijo...

Tenemos aquí un río que aparece y desaparece a lo largo de su recorrido, se llama Guadiana.
¿Porqué será que me ocurre lo mismo contigo?
Un verdadero placer leerte querido Poeta.