El viejo árbol aún en pie
me ayuda a recordar
mi niñez y mi aventura
la mocedad y la galanura
la madurez y el tiempo justo
la vejez del saber y de lo injusto.
El viejo árbol aún en pie
me proyecta a asegurar
que habrá siempre un mañana
que aunque la tarde soleada
no me abrace cándida
la noche estrellada
se asomará cuando le plazca.
El viejo árbol cayendo
me obliga a establecer
los límites en lo imaginable
a descartar los deseos
y transformarlos en hechos
cada vez que me sea posible.
El viejo árbol caído
me sirve con leña y ramas
para el invierno y el frío
para ser fogón y compañera
de las noches solitarias
bajo una luna embarazada
que me recuerda estar vivo.
Soy como un viejo árbol
que nunca olvida lo que ha vivido.
me ayuda a recordar
mi niñez y mi aventura
la mocedad y la galanura
la madurez y el tiempo justo
la vejez del saber y de lo injusto.
El viejo árbol aún en pie
me proyecta a asegurar
que habrá siempre un mañana
que aunque la tarde soleada
no me abrace cándida
la noche estrellada
se asomará cuando le plazca.
El viejo árbol cayendo
me obliga a establecer
los límites en lo imaginable
a descartar los deseos
y transformarlos en hechos
cada vez que me sea posible.
El viejo árbol caído
me sirve con leña y ramas
para el invierno y el frío
para ser fogón y compañera
de las noches solitarias
bajo una luna embarazada
que me recuerda estar vivo.
Soy como un viejo árbol
que nunca olvida lo que ha vivido.
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