Arrecia el viento sonoro
contra los maderos en el puerto
los barcos contra los muelles
atoados y a la espera
de que lleguen las mareas
que a mar adentro se los lleve.
contra los maderos en el puerto
los barcos contra los muelles
atoados y a la espera
de que lleguen las mareas
que a mar adentro se los lleve.
Se ve el cielo tomentoso
un capitán con ojo tuerto
los marineros con el fuelle
del acordeón hacen la fiesta
de quienes han llevado a cuestas
mil pesares y sus huestes.
Ríe el santo desbocado
y el diablo atolondrado
disfrazados como gente
deciden cual será la suerte
del que calla hasta que estalla
del que habla mil palabras.
Están las velas desplegadas
hay coraje entre los hombres
si es que el viento amaina
partirán por la mañana
rumbo a lo desconocido
sin adiós, dolor ni olvido.
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