lunes, marzo 02, 2020

Entonces un día habló... - oema

Árbol de la vida - Gustav Klimt (1862 - 1918) 
Veo sus ojos que miran
sin ningún interés en  particular
más que mirar,
siento vaga su atención
cuando les hablo
y fui viendo sus cambios
hasta ver en qué se transformaron
¿a quién hoy le importa el otro?

Ya ni los siento respirar,
ojalá fuera por la tanta paz
que dicen que desean alcanzar;
y aún acá, les sigo hablando...
tal vez en vano ya que siquiera sé
si le presto yo atención a mis palabras
que salen naturalmente
como del cielo, de la cascada
o de la cloaca, va cayendo el agua.

Los he visto hacer por necesidad,
los he visto pensar, planear y hacer,
hoy frenéticos hacen por hacer,
simplemente porque pueden,
tristemente porque deben.

Creo descubrir en sus labios
el peso del verbo esclavizador,
en sus orejas veo encadenado
el yugo de tantos años de dolor invisible,
de opresión silenciosa,
de obligación aberrante...

¿Cuánta libertad más necesitan
su corazón para servir, sus besos para vivir,
su egoísmo para partir?   

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