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| A través del portal. Foto: E. Newbery |
no porque tema a la verdad
que crean mis labios,
si no porque el silencio
me ayuda a moderar mi juicio
y aceptarlo
como otro punto de vista.
Elijo cerrar los ojos,
no porque quiera evadir
aquello que sucede
delante mío, si no, que
me privo de las percepciones
que son parciales.
Menester es de todo juicio
no confiar en sus sentidos
pues toda sentencia es
solo otro punto de vista.
Elijo abrir mis oídos
y escuchar las verdades del mundo,
las abrazo mientras las pienso
sabiendo que esos juicios ajenos
nutren mi propio juicio
que no es más
que otro punto de vista.
Elijo amar,
como me salga y como pueda,
entregándome a lo que venga
abandonándome a la suerte
de saber que cuando duela
es por amar viviendo amando,
buscando la libertad de compartir
antes que encerrarme y poseer.
Elijo mi vida auténtica y de todos
antes que una vida falaz y de nadie.
Elijo mi elección de dar todo lo que tengo
para que nada nunca falte.
Elijo entregarme, con tal de que eso ayude
a ser libres, auténticos y felices.
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