duele en el alma
que todos los días te vuelvan invisible
muda, que te nieguen la ayuda
que te secuestren, que te cojan,
que te amenacen, que te encierren,
que te sientas que te vas a morir de miedo
y que te maten, en la calle, en la plaza,
en tu cama.
Duele en el cuerpo,
duele en el alma
la tanta insensatez
la tonta justicia
y el maldito hijo de puta.
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