el silencio sordo en la pared en blanco
la carencia de todo,
no había siquiera una fusa colgada
en el aburrido pentagrama de fotos grises
en la invisible medianera de la memoria
había lluvia y sol pero no arco iris
se oían las gotas en los chaperíos
pero no la voz., ni nada de vos,
entre las luces, tras las sombras,
ni en las esquinas del viento.
Tampoco las huellas de esas caricias
que dibujan las sonrisas
con cariño y paciencia
puede espantar el susto
que me agarra de vez en cuando
cuando noto la tanta ausencia
de esa soledad profunda
que siento
cuando olvido
que yo también existo.
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