martes, febrero 16, 2021

No puedes manejarla -- Poema

Cuándo entendí lo abrumador de la verdad
vislumbré el sentido de la mentira,
al fin y al cabo... ¿Quién se levantaría todos los días 
para vivir sin un porqué ni un mañana;
quién construiría sabiendo que el después es obsoleto
y que el ayer a necesidad se cambia?

¿Son el equilibrio y la justicia falsos conceptos
paridos en la necesidad inacabada e imposible?

¿En qué ocuparían su tiempo 
el bisturí, la macana, la biblia y los vibradoras;
para qué los platos, los playos y los voladores?
¿Cuál sería el porqué del ganado, de lo sembrado, de lo perdido; de qué la jugaría el escepticismo?
¿A qué sabría la esencia?

¿Qué argumento elegiría la idea para explicar sus grietas
y la ciencia sus contraindicaciones?

¿Cuánta pasión cabría en el quién si comprendiera realmente las mentiras
de la libertad, de acción, dicción, decisión y escisión; 
de la abolición de la esclavitud, la del salario mínimo,
la del libre pensamiento que se atornilla en las escuelas
en las redes, en los televisores, en los papeles y los celulares?

Cómo repartiríamos la felicidad que tiene una cara
y mil miradas que la juzgan y la cambian según el gusto y parecer?
¿Cómo amaríamos si entendiéramos que el amor es una ilusión
y no tan noble como semeja, al fin y al cabo también,
¿Qué es aquello que llamamos nobleza?

¿Qué pasaría con la creencia de cuándo es existencia,
comprendiéramos que lo que existe no existe
y a lo que es por sí mismo le negamos el ser?

Así sucede con todo, la luz y el calor, siendo que son existentes
en un espacio tiempo determinados gracias a átomos que los generan.
en cambio la oscuridad, la nada y el frío existen por sí mismos
sin necesidad de algo que las produzca y sin embargo
negamos su individualidad y existencia.

Reza la sentencia que existen los tres primeros,
y que los segundos son la ausencia de ellos.
Decimos que es lo que no es, y que lo que no es, es.

La confusión es el mejor ladrillo
para erigir el imperio del libre albedrío,
necios juzgamos, olvidando lo soberbios que somos
en nuestra finita ignorancia.

No hay comentarios.: