Esta luna silenciosa,
invisible,
atrevida
que no osó ni asomarse
con su pálida cara
en la oscura noche,
ha decidido mi fin.
La esperé
entre las sombras del bosque
ansioso y lleno
de esperanzas y necesidades,
pregunté a las estrellas
por tu ausencia
y sus risas virginales
lastimaron mi soberbia,
pregunté a los animales
que portan puñales en sus patas
y contestaron con hambre
pidiendo a cambio que pague
la información que no dieron
con mi propia sangre
entre las sombras del bosque
ansioso y lleno
de esperanzas y necesidades,
pregunté a las estrellas
por tu ausencia
y sus risas virginales
lastimaron mi soberbia,
pregunté a los animales
que portan puñales en sus patas
y contestaron con hambre
pidiendo a cambio que pague
la información que no dieron
con mi propia sangre
y grité
culpé al cielo y a la muerte
de todas mis miserias
y en respuesta
convirtieron mi pena en penumbra
mi cuerpo en aire
y mi grito solitario
en el ulular del viento entre los árboles.
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