sábado, mayo 29, 2021

A la deriva -- Poema

Puedo estar solo
sentado solo con mi viejo Scotch
durante infinitas horas 
hasta caer redondo.

Prefiero estar solo,
sin que nadie pregunté
¿Qué tan ebrio estoy?

¿Qué tan ebrio estás tú? ¡Idiota!
que flotas a la deriva en una vida de mentiras
y te ajustas a la justicia
que Dios o el hombre imponen.

¿Qué tan ebrio estás tú? ¡Idiota!
que aún sigues juzgando al otro
mientras tu vida se evanece
como el viento soplando el polvo.

¿Qué tan ebrio estás tú? ¡Idiota!
que aceptas la realidad del otro por sobre la propia,
que crees en la libertad, que confías en la verdad,
y en el silencio poco inocente de los que andan ausentes.

Hala, deja ya de medir con tu hipócrita varita 
siéntate a beber conmigo que esta vida es miserable
y tú eres un cobarde que le niega a la realidad
la cualidad de no ser.

Sí, estoy borracho,
podría irme de manos y caer de bruces al suelo
perder lo que me queda de digno
y quedarme sin huesos sanos.

¿Qué es la dignidad
además de la moralina 
de un pueblo de corderos?

¿Qué crees que me importa?

Ya he conocido yo a la muerte,
pero no morí al ver su cara
la muy perra me dejó el presente,
que viva sus mentiras, sus miserias,
y cuando ella quiera y le dé la gana,
tramposa y embustera,
volverá para llevarme
para burlarse
de todos mis anhelos
de todas mis carencias.

¡Oye tú!
Ya no juzgues,
¡rescátate mientras puedas!


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