con lo que estaba en el camino.
con lo que no
con el tiempo que pasaba
apesadumbrado y sin destino
con el que había caído
y se levantó, una y otra vez
aún después de fallecer.
El viento se llevó el tiempo
la sin razón, el momento,
la pregunta, la respuesta, el ser
se lo llevó todo, sin pedir permiso
sin pensar las consecuencias
solo lo hizo, dejando detrás
una huella de oscuridad y silencio.
Aquí estoy yo en el desolado paisaje
rodeado de coirones que desean ser verdes
de aves rapaces que esperan pacientes
de la piel agrietada por un sol caliente
que no cesa de azotar con furia
un confuso presente
pues fue eso único,
que el viento dejó.
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