brotó de mí, como lo hace el arte,
fue verte y sentir que morir
era vivir sin amarte.
Por esto estoy así,
rendido a tus hermosos pies,
sin pretensiones, ni contradicciones,
dispuesto a entregarme
simplemente así
como soy y he venido,
sin disfraces ni caretas,
con la sangre en la venas
y los verbos preparados
a mostrarte
de cuan lejos he venido.
Te encontré,
como el rocío encuentra al pétalo
como encontró la muerte a Dédalo
como la hoja encuentra al sol,
inexorable, te encontré.
Y te amaré
como aprendí a amar al arte
como la luz dora a la gota
como Dédalo
a la libertad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario