Cómo puede ser que siempre seas tan linda,
que a pesar de las mugres que se juntan en tus calles y veredas
siempre tengas ese encanto tan porteño y vital,
hermosa dueña de mi alma, dulce reina del Río de la Plata.
Y no importa la temporada,
que haga calor cual vil desierto
o frío helado que del río llega congelando,
sea como sea siempre tenés el clima perfecto
para salir a caminarte, recorrerte y disfrutarte.
Sos tan linda Buenos Aires,
a pesar que estás bastante sucia y descuidada
seguís siendo la más hermosa y ostentosa,
orgullosa, solemne, soberbia y luminosa.
Miles de gentes del mundo llegan a tus costas
y sienten en los ojos y en el alma
ese amor a primera vista,
claro que también tenés tu carácter
sos buena, fuerte, pero jodida
te he visto como a más de un guapo
amilanás, frenás y parás el carro,
y te sienten lejana y agresiva,
pero realmente sos dulce, amante comprensiva.
Si Dios quisiera vivir en un lugar del mundo
te eligiría sin pensarlo, sin dudarlo,
a pesar de haber tantos porteños
tus paisajes y disparates
te transforman en un sueño encontrado.
Estás llena de magia, de inmigrantes, de colores y calores
tus mujeres se pasean por las calles sin importarle un bledo nada,
con los pechos turgentes de pezones bien erectos,
con los culos redonditos y bamboleantes
con esa sensualidad tan Argentina.
Sos tan linda Buenos Aires que nunca alcanzan las palabras
para describirte plenamente y que esa descripción haga honor a la verdad.
Sos el lugar en el mundo, mi lugar preferido, la ciudad perfecta
solo quisiera que te quisieran, como merecés que te cuiden y te quieran.
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