Ya está, podés dormir tranquilo
ya no hace falta que sufras en las noches
sintiendo mi dolor continuo,
viviendo con culpa lo que hiciste o no,
lo que pudiste hacer o dejaste de hacer.
Ya está, podés dormir tranquilo,
llegué al fin del camino,
un camino con flores, con piedras,
que a veces alegraban el paisaje
y otras veces dolían en los pies al avanzar.
Por favor quedate sin penas, deshacete de todas ellas,
todo camino a su final algún día llega,
qué podías hacer vos mientras me marchitaba?
qué podía hacer yo mientras te miraba
con la desesperación que sentías al no poder hacer nada?
Ya está, olvida todo que ahora nada me hace falta,
guardame en tu recuerdo como alguien bueno,
a pesar de que tuvimos muchos dimes y diretes
guardarme en tu recuerdo como alguien bueno
que te quiso y te quiere profundo, desde bien adentro.