Con estoica y férrea fuerza
abriste nuevas sendas
construyendo aquel destino
que brillaba adentro tuyo
como sol de mediodía.
Sos el héroe legendario
de la América Latina
como San Martín,
como Bolívar,
seguiste esa misma estrella
de unir las dos Américas
y hacer de ellas una
colosal y gran potencia
para que ese viejo mundo
que impera con la fuerza
de intereses y violencia
abra paso al nuevo mundo
pleno en tolerancia,
amor, paz y respeto.
Pero...
de la mano esquiva de la traición
llegó hasta vos la parca
en tu azaroso paso
por la selva boliviana
buscabas la independencia
de la asesina garra opresora
de la imperial águila calva.
Salir ileso, no quisiste ni podías,
del follaje denso de la mentira
tu misma gente se dio vuelta
mostrándote su otra cara
en silencio y por la espalda
el mundo se volvió una oscura daga
y con aquel que peleaste
mano a mano, hombro a hombro
te dejó solo, se hizo el sordo,
a tus reiterados pedidos
de respuesta y apoyo.
Te emboscaron en el monte
te aplastaron como rata
pero moriste como un hombre
haciendo loor a tu gran nombre.
No olvidamos tus cojones
tus ideas libertarias
la pasión con que peleaste
y esa fuerza sobrehumana
que te hacía levantarte
cada vez que te caías.
Es cierto que con sangre
con sudor y con coraje
se va escribiendo la historia
pero grandes como vos
aunque pierdan, siempre ganan
por que ante lo escrito
no retroceden, ni se amilanan.
Por tu fuego,
por tu lucha,
por tu verbo,
por tu sangre,
muchas gracias, Comandante.
abriste nuevas sendas
construyendo aquel destino
que brillaba adentro tuyo
como sol de mediodía.
Sos el héroe legendario
de la América Latina
como San Martín,
como Bolívar,
seguiste esa misma estrella
de unir las dos Américas
y hacer de ellas una
colosal y gran potencia
para que ese viejo mundo
que impera con la fuerza
de intereses y violencia
abra paso al nuevo mundo
pleno en tolerancia,
amor, paz y respeto.
Pero...
de la mano esquiva de la traición
llegó hasta vos la parca
en tu azaroso paso
por la selva boliviana
buscabas la independencia
de la asesina garra opresora
de la imperial águila calva.
Salir ileso, no quisiste ni podías,
del follaje denso de la mentira
tu misma gente se dio vuelta
mostrándote su otra cara
en silencio y por la espalda
el mundo se volvió una oscura daga
y con aquel que peleaste
mano a mano, hombro a hombro
te dejó solo, se hizo el sordo,
a tus reiterados pedidos
de respuesta y apoyo.
Te emboscaron en el monte
te aplastaron como rata
pero moriste como un hombre
haciendo loor a tu gran nombre.
No olvidamos tus cojones
tus ideas libertarias
la pasión con que peleaste
y esa fuerza sobrehumana
que te hacía levantarte
cada vez que te caías.
Es cierto que con sangre
con sudor y con coraje
se va escribiendo la historia
pero grandes como vos
aunque pierdan, siempre ganan
por que ante lo escrito
no retroceden, ni se amilanan.
Por tu fuego,
por tu lucha,
por tu verbo,
por tu sangre,
muchas gracias, Comandante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario