Cuando la mansa
sin escrúpulos cambia
y se torna indiferente
ante la vida, ante la gente
y se violenta y se presenta
con marejadas inponentes
que golpean las orillas
arrasando la arenizca
que contrasta con el
mar profundo y verde
que en su indomable vaivén
nunca decide que hacer
ni como hacerlo...
Así como la brava
cuando sin por qués cambia
y lame las orillas blancas
de arenas ligeras
que al viento vuelan
y llenan el cielo calmo
de cristales y fantasías
y el sol acaricia las pieles
que se broncean bajo sus rayos
estrechando en un fuerte abrazo
los deseos más carnales.
Rodean el centro,
dan vida al faro,
se juntan en verano
miles de almas las disfrutan
y vacacionan descansando
en un ir y venir de jovencitas
que se muestran como mareas
de extasiado y falso pudor
al mundo que las mira,
gentiles los genitales
saludan a la vida
encendidos por el calor,
las bikinis, los shorts y las fantasías.
Hermosa ciudad del este
alejada de mi suerte
espero poder pronto
volver a tu puerto
a tu mar, a tu noche
y a tu estival gente
ver amanecer y atardecer
en tus opuestas orillas
y en tus ilímites ser parte
de esa magia tan propia
que te hace de la costa
la ciudad más hermosa.
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