En la universidad de Flores,
las niñas aprenden a coquetear
con los aromas y los colores,
se abren a la vida y sonríen
sin ningún tipo de falsos pudores,
dejan entrar en ellas a quien sea
capaz de beber su polen
y quedar cautivo en su suave néctar.
En la universidad de Flores,
enseñan a las niñas a pintar
la vida con todas sus pasiones,
y cómo hacer cuando se rompe su corazón
para no llorar por los rincones,
y que con sus sonrisas puedan dibujar
en las almas de los que bienaman,
ciento un mil arcoiris de esperanza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario