Hay verdades que al romper el corazón
se quedan un rato haciéndole compañía,
secan sus lágrimas, le dan caricias,
y comparten una que otra anécdota
que nada que ver tenía
de estas y otras cosas.
Hay verdades que se quedan con uno
hasta que el llanto se seca
hasta que la herida cicatriza,
hasta que ya nada duele.
Hay verdades que se quedan,
y que a pesar de habernos partido en dos
están con nosotros
iluminándonos el camino.
se quedan un rato haciéndole compañía,
secan sus lágrimas, le dan caricias,
y comparten una que otra anécdota
que nada que ver tenía
de estas y otras cosas.
Hay verdades que se quedan con uno
hasta que el llanto se seca
hasta que la herida cicatriza,
hasta que ya nada duele.
Hay verdades que se quedan,
y que a pesar de habernos partido en dos
están con nosotros
iluminándonos el camino.
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