Tiendo mi mano hacia vos
rozo tu cuerpo curvo y ardiente
desnudo sobre las sábanas discretas
compartiendo cada uno de mis secretos
mi mano en tus vientre,
mi alma en tus ojos,
mi carne en tu cuerpo,
sudado, extasiado, agotado, perfecto.
Mis labios se acercan
con un secreto sordo y silente
susurro tu nombre en un beso embriagado.
Nace y escapa del inquieto pubis
un gemido profundo que por tu boca explota
como un volcán apasionado,
como un acto irracional,
como un orgasmo libertino.
Mis ojos se pierden en tu mirar perdido
mi lengua se mezcla con tu lengua caliente
las simientes se funden entre dulces vaivenes,
las palabras de amor que brotan
en el fondo del corazón moran
estremeciendo la piel
con un leve escalofrío.
Toda razón se desarma
en la pureza de la promesa que se gesta
entre esas primeras miradas.
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