En tus manos -- Poema

No te dejes de lado
no te abandones
no acalles tus sentimientos
ni te entregues al sometimiento
levanta tu mano
para pasar primero
nunca para golpear
ni primero, ni segundo
ni siquiera tercero.
Pide permiso,
se agradecido,
da, lo que tengas para dar;
recibe, con beneplácito,
todo aquello que llegue a tus manos.
Sonríe,
siempre sonríe...
aunque mil y un demonios
meen tus botas,
aunque Dios parezca sordo
o las palomas insistan
en cagarte los hombros.
Sonríe, construye, trabaja,
agradece todo
pues cada hecho
es un maestro que algo enseña.
Acepta y se paciente.
Verás que todo termina
cuando lo des por terminado.