Ya no vierto
agua clara en el lodazal
ni tampoco aceites
en el agua que he de tomar
tampoco vierto
agua turbia en la vasija rota
siquiera orino
donde no conviene orinar.
Así como venía el río
hasta aquí me ha traído
y del agua que bebí
enfermé hasta el vómito
y me vomité a mi mismo
dentro de un inodoro lleno de rejas
y luego de dar vueltas
por las cañerías propuestas
volví al río
y allí creí ser libre
y por ende ser feliz,
pero las piedras que surgían
me golpeaban entorpeciendo mi camino
las truchas de este río
vinieron contra la corriente
que soberbia me llevaba
y los salmones que allí estaban
que de cuando en vez
en mi se apoyaban
solo por ellos se esforzaban.
Entre piedras, truchas y salmones
me fui alejando de ese río
en el que no reían ni los buitres
que viven de la carne muerta.
Y fui a dar a un mar
bravo por fuera
bravo por dentro
lleno de predadores
lleno de posibilidades
de profundos miedos
de blanquecinos huesos
y me encontré
con algo que en mi
parecía hace tiempo
haber fallecido
y reí con tristeza,
y lloré de alegría.
Dejar detrás
aquello que me conformaba
fue el precio que pagué
por ser libre y feliz.
agua clara en el lodazal
ni tampoco aceites
en el agua que he de tomar
tampoco vierto
agua turbia en la vasija rota
siquiera orino
donde no conviene orinar.
Así como venía el río
hasta aquí me ha traído
y del agua que bebí
enfermé hasta el vómito
y me vomité a mi mismo
dentro de un inodoro lleno de rejas
y luego de dar vueltas
por las cañerías propuestas
volví al río
y allí creí ser libre
y por ende ser feliz,
pero las piedras que surgían
me golpeaban entorpeciendo mi camino
las truchas de este río
vinieron contra la corriente
que soberbia me llevaba
y los salmones que allí estaban
que de cuando en vez
en mi se apoyaban
solo por ellos se esforzaban.
Entre piedras, truchas y salmones
me fui alejando de ese río
en el que no reían ni los buitres
que viven de la carne muerta.
Y fui a dar a un mar
bravo por fuera
bravo por dentro
lleno de predadores
lleno de posibilidades
de profundos miedos
de blanquecinos huesos
y me encontré
con algo que en mi
parecía hace tiempo
haber fallecido
y reí con tristeza,
y lloré de alegría.
Dejar detrás
aquello que me conformaba
fue el precio que pagué
por ser libre y feliz.
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