Hablan de ustedes, si de ustedes, de
ustedes vástagas del infierno que no callan y que siempre recuerdan como
en una vaga conciencia lo que pasa y lo que no. ¿Acaso les di yo el
permiso de entrometerse en mi presente, de augurar un posible futuro, de
recordar mi pasado cada vez que un designio vuestro (no más que por
azar) se cumple?
Si, rían, rían groseras, casquivanas, rían mientras no pueda quitarlas de mi inconciencia.
¿Acaso creen que no sé que toman formas de gentes que en mi pasado fueron huella para que yo crea que son palabras dichas por ellas? Las he descubierto por sus turbios consejos en momentos de sosiego, donde la dicha y la paz tiranizan el espacio silencioso del no hacer, y en tan solo un instante volver aciago el momento que antes solamente proveía sonrisas y bienestar.
¿Creen que me importan sus: "Debes ser algo en la vida", "De eso no se vive", "En este país no se puede vivir", "No te metas", "tal cosa es cosa de mujeres", "él empezó", "eso está mal, es pecado", "si se pinta es que quiere guerra", "l@s ... son tod@s iguales", "... en este país nadie quiere laburar"...?
Me hablan que hable de ustedes, me obligan que diga lo que de cada una he escuchado y han dictado en pos de mi camino, me dicen que les diga "... un gran poder con lleva una gran responsabilidad" (Ben Parker), "...un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad" (Neil Armstrong) "...Desde el alfeizar/ me lancé a la vida..." (J.L.Borges) , "...el que nace barrigón..." (Dicho Popular), o que simplemente les recuerde que recuerdo a Lennon cuando alguien imagina un mundo maravilloso como el que representaba Louis Armstrong.
No les hablaré de ustedes, pues ustedes no existen dentro de mi, ni han existido tampoco fuera, ustedes no han marcado una senda para que yo siga, todo lo contrario, fueron postas que fui dejando tratando de entre ustedes abrirme huella. ¿Me dicen que es paradójico mi pensar? ¿Qué este decir es la misma huella que dejaron los ateos al jurar que dios no existe dándole así existencia?
Sólo se está de acuerdo con otro, si es que este otro, opina lo mismo que nosotros. No son ustedes quienes marcan mi camino, ustedes apenas son designios, que convalidan que mi razón, igual a la de ustedes, solo queda marcada en un lugar del imaginario que algunos llaman historia...
Si, rían, rían groseras, casquivanas, rían mientras no pueda quitarlas de mi inconciencia.
¿Acaso creen que no sé que toman formas de gentes que en mi pasado fueron huella para que yo crea que son palabras dichas por ellas? Las he descubierto por sus turbios consejos en momentos de sosiego, donde la dicha y la paz tiranizan el espacio silencioso del no hacer, y en tan solo un instante volver aciago el momento que antes solamente proveía sonrisas y bienestar.
¿Creen que me importan sus: "Debes ser algo en la vida", "De eso no se vive", "En este país no se puede vivir", "No te metas", "tal cosa es cosa de mujeres", "él empezó", "eso está mal, es pecado", "si se pinta es que quiere guerra", "l@s ... son tod@s iguales", "... en este país nadie quiere laburar"...?
Me hablan que hable de ustedes, me obligan que diga lo que de cada una he escuchado y han dictado en pos de mi camino, me dicen que les diga "... un gran poder con lleva una gran responsabilidad" (Ben Parker), "...un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad" (Neil Armstrong) "...Desde el alfeizar/ me lancé a la vida..." (J.L.Borges) , "...el que nace barrigón..." (Dicho Popular), o que simplemente les recuerde que recuerdo a Lennon cuando alguien imagina un mundo maravilloso como el que representaba Louis Armstrong.
No les hablaré de ustedes, pues ustedes no existen dentro de mi, ni han existido tampoco fuera, ustedes no han marcado una senda para que yo siga, todo lo contrario, fueron postas que fui dejando tratando de entre ustedes abrirme huella. ¿Me dicen que es paradójico mi pensar? ¿Qué este decir es la misma huella que dejaron los ateos al jurar que dios no existe dándole así existencia?
Sólo se está de acuerdo con otro, si es que este otro, opina lo mismo que nosotros. No son ustedes quienes marcan mi camino, ustedes apenas son designios, que convalidan que mi razón, igual a la de ustedes, solo queda marcada en un lugar del imaginario que algunos llaman historia...
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