No puedo refugiarme
en el suspiro que escapa de tu boca
ni puedo a tu mirada
por pudor ni temor entregarme
inconstante y recio como un mar en llamas
me pierdo en el laberinto
de mis flores enredadas
detrás, en mi pasado
pétalos marchitos me recuerdan
irónicamente constantes:
Ey no olvides,
aún no has muerto.
Me canso a mí mismo
en este eco vacío
de esperanza y de sentido
de nada vale la palabra
si otra vez he prometido.
He aquí mi sentencia
que se llene el cielo con rayos y centellas
que el infierno en mierdas se hunda por maldito
que tus pies jamás olviden su camino
y que el destino peregrino
nunca pruebe nuestra suerte.
en el suspiro que escapa de tu boca
ni puedo a tu mirada
por pudor ni temor entregarme
inconstante y recio como un mar en llamas
me pierdo en el laberinto
de mis flores enredadas
detrás, en mi pasado
pétalos marchitos me recuerdan
irónicamente constantes:
Ey no olvides,
aún no has muerto.
Me canso a mí mismo
en este eco vacío
de esperanza y de sentido
de nada vale la palabra
si otra vez he prometido.
He aquí mi sentencia
que se llene el cielo con rayos y centellas
que el infierno en mierdas se hunda por maldito
que tus pies jamás olviden su camino
y que el destino peregrino
nunca pruebe nuestra suerte.
1 comentario:
Leído el poema y encantado de haberlo hecho. Un verdadero placer.
Saludos.
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