Lo que me dolió más fue más la mentira,
uno piensa que entre dos que se quieren
no hacen falta tales ardides
que es posible compartirse sabiendo
que hay veces que hay cosas que duelen
y son capaces de diezmarte el alma,
pero es parte del amor caerse y levantarse
desarmarse y reamarse en pos a eso
que por amor y causalidades del destino
los lazos se afianzan y algo bueno y lindo
entre dos se va forjando.
Pero no creas que fue la mentira
la que logró que nuestras vidas se separen,
fue de mi parte una cobardía alejarme
al enterarme que tu corazón
había hecho falso honor a la verdad,
suele pasar que cuando uno es herido
se aleja con su herida para que el tiempo lo sane
se esconde de nada bien adentro de uno mismo
y abraza a su corazón dolido y al alma en pena
prometiendo ya no más dolor en vano.
Pero al fin y al cabo así es la vida
hay mentiras blancas, piadosas,
están las que se dan porque lo que se quiere es cuidar
a la gente que uno ama, a uno mismo de la vergüenza
tal vez, de su propia vergüenza
aunque hay mentiras con fines de lucro
con propósitos oscuros y maledicentes.
Claro que los años te dan la experiencia
claro que las experiencias, propias y ajenas,
te dan el conocimiento, y uno puede comenzar a separar
del trigo la paja, y utilizar el trigo para el pan
y la paja para lo que le venga en gana.
Tal vez hoy, tampoco hubiese soportado tu mentira
pero seguramente mañana estaríamos tomando mate
hablando de la vida, mirando hacia el futuro,
compartiendo mi florecido mundo con el tuyo,
que ruego a dios,
esté tan sano, dulce y bueno,
como el mío.
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