Es divertido esconderse
ver como sigue la vida
cuando a uno no lo miran
ni saben de su existencia,
claro que para muchos
que la vida siga
podría resultar realmente triste,
pero a mi no me da tristeza,
a mi me causa gracia
me hace sonreir
me ubica un poco en el espacio
que ocupan mis pies sobre la tierra
a mi cuerpo en el alrededor
mis palabras en oídos ajenos
mis manos sobre otra piel
mis besos sobre otros labios.
Es lindo entenderse importante
para quienes nos conocen y nos quieren
lo terrible es cuando uno se siente imprescindible
y que todo lo que pasa es por su causa
o lo que no pasa, también es a causa de uno
y entonces uno nunca está tranquilo.
Uno no es más que un grano de arena
en una playa eterna llena de granos de arena
y por ser millones somos seres prescindibles
pero cada uno es único e irrepetible, tan necesario
como cualquier otro grano de arena que esté cercano
haciendo posible esa playa en cualquier lugar del mar.
No me caben dudas que me gusta esconderme
ser un grano de arena en una playa eterna
ser una palmera en un palmar
una sombra escurridiza entre las luces
sentirme parte de un todo, sin marchar primero
sin marchar de último en la fila que avanza
perderme entre muchos otros tantos, siendo un tanto más
en un universo lleno de distintas e infinitas opciones.
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