Guardo en la memoria
una frazada marrón
un osito de peluche
un pato con pico plástico
un triciclo rojo
una chimenea a gas
una tormenta de Santa Rosa
los recreos,
algunas tristezas
el Italpark
el gusano loco
mi primera chomba azul
un atardecer en Colonia
una noche en Villa Gesell
el olor a café con leche
que hacía mi abuela
mi maestra de tercer grado
muchos amigos
muchas amigas
mi primer beso
la primera mujer
tu sonrisa
algunas picardías
locuras sobre ruedas
con mi compadre Gonzalo
una larga caminata
dos o tres paisajes
las consecuencias de mi primer borrachera
mi primer porro
un viaje con salvia
el tren a Brasil
y un fin de año
en la terraza de Marcelo T.
Es increíble cuanto se puede sonreír
mirando por la ventana
en una tarde de lluvia.
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