muerto por muerto
a veces, el único camino,
es dar por cierto
todo aquello que la ilusión
te obliga a negar de vos mismo
y así te encontrás
con el aire acariciando tu piel
con tus labios suspirando poemas
con tus manos buscando la suerte
que asegurás haber guardado en un bolsillo.
Qué odioso es el pasar del tiempo
cuando te sorprende distraído
y te recuerda cotidiano y sin remedio
que la existencia es un momento pleno
que solo es aquí y ahora.
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