la lluvia amenaza con caer
la soledad está por los huesos
y se siente, sin querer,
como golpea el silencio en los cristales
hay recuerdos por todos lados
tiempos que se pierden
a veces mirando sin razón y hacia la nada
y las campanadas
de una iglesia que perdió el norte
repican haciendo temblar el suelo
y las paredes que se construyeron
con esas viejas ilusiones
que ya no despiertan
que ya ni importan.
Andá a saber porqué mi mano derecha
reposa y acaricia a mi mano izquierda
tal vez la consuela de una manera extraña
andá a saber porqué el reloj dejó de marcar la hora
cuando dejé de despertar a las primaveras
rodeado de tanto invierno
andá a saber porqué el invierno perdió la nieve
y la nieve olvidó en un momento
todo lo que uno se esforzó en creer.
Aún pasa,
tal vez como pasan los aromas,
los recuerdos, las sensaciones, qué se yo,
pero pasa,
que de repente sin razones ni porqués
te pienso sin pensarte
y creo que te extraño.
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