Descansa en el sosiego un viejo mago
duerme a orillas de un lago
usa como colchón
las hojas secas que dejó el otoño
usa como cobija el cielo entero
protegido por Dios tranquilo sueña,
sabiendo que hoy será su último sueño.
Su lengua cual saeta
de oficio fue poeta
con ojos buenos vio
caminos nuevos dio
nunca negó consejo al caminante
hasta enfrentóse a malos nigromantes
que empleaban sus artes
para quitar a todos una parte
pero al aparecer el viejo mago
sentían amargo trago
temblábales la espina
del miedo que tenían
y no era para menos
solo al tronar sus dedos
de hombre a sapo, fácilmente, los volvía.
La gente de los pueblos
al mago daban siempre bienvenida
colgaban banderitas de colores
a lo largo de calles y avenidas
dándole un gran festín
nadie imaginó su fin
llegándole ese día
puso la muerte final a su suerte
mientras a orillas del lago dormía.
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