Te reconocés entre mis versos
venís volando
con el corazón abierto
con el alma plena
jugás entre mis dedos
que te hacen mil cosquillas
te desarmás de la risa
hasta quedar dormida
como una hada en el bosque.
Y al despertar me coqueteás
espiándome juguetona
no querés que te descubra
y al darme vuelta
saltás sobre mi espalda
y me llenás con tus besos y magias
No hay felicidad más grande
que sentirte cercana,
y verte en todas partes.
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