Me pone los pelos de punta
me corrijo, la piel de gallina
el alma en pena, necesitada
el hecho de no entender nada,
el de no saber de buscar el por qué
sin un para qué, sin una razón
ni un motivo aparente
más que vaciar la duda
que profunda cosquillea
en algún lugar del alma
y me olbiga a buscar
un poco más cada día
aunque de nada importe
la respuesta, la pregunta,
placebos son a la razón
y los bebo a conciencia
de quienes son
y para que los bebo,
y me quedo tranquilo
y descansa mi alma
y la tormenta pasa
hasta mañana,
que posiblemente
otra pregunta golpee la puerta
y curiosón necesite abrirla
para que ansioso busque otra respuesta
mientras miedoso está alerta
de lo que pasa, pasó o pasará.
Para que la vida en su abanico
siga siendo tan imperfecta
como cada día que pasa
coqueteando por la vereda de casa
y en un guiño me convide
a perseguirla por ahí
sin importar donde vayamos.
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