
quien ante el ingrávido sentir
sonreías descreyendo
que es posible ser feliz.
Eras tu
quien huías adolescente
entre estúpidas promesas
que nada dura para siempre.
Eras tu
quien se obligaba a resignarse
a las cosas de la vida
en vez de cara a cara, enfrentarse.
Eras tu
quien negaba y le quitaba
al tal vez ese lugar
que la magia regala y da.
Eres tu
quien vagando por los rincones
no encuentras el corazón
al que negabas sensaciones.
Eres tu
quien canta la melodía silenciosa
de esa canción que rechazabas
y hoy la tienes, por amante y generosa.
Eres tu quien huye,
eres tu quien niega
eres tu quien calla
el grito ahogado de tu alma.
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