¿La viste?
Es el alma de una niña
que risueña siempre
jugaba en la pradera,
dicen que por aquí
pasaeaba, corría, cantaba,
y que quien la mirara
se podía quedar horas
contemplándola.
Dicen
que hasta los pajarillos
a sus suaves trinos acallaban
cuando ella entre danzas
y sones brillaba.
Dicen
que las fieras más fieras
al verla jugar, dejaban
de lado su parte salvaje
y se echaban mansas a contemplarla.
Un día un hombre
la violó y descuartizó allí mismo
donde hoy esa flor blanca,
al soplar del viento,
parece cantar, jugar y bailar.
¿La viste?
Siéntete afortunado;
ella solo se aparece
ante los que ven
con los ojos del corazón.
Es el alma de una niña
que risueña siempre
jugaba en la pradera,
dicen que por aquí
pasaeaba, corría, cantaba,
y que quien la mirara
se podía quedar horas
contemplándola.
Dicen
que hasta los pajarillos
a sus suaves trinos acallaban
cuando ella entre danzas
y sones brillaba.
Dicen
que las fieras más fieras
al verla jugar, dejaban
de lado su parte salvaje
y se echaban mansas a contemplarla.
Un día un hombre
la violó y descuartizó allí mismo
donde hoy esa flor blanca,
al soplar del viento,
parece cantar, jugar y bailar.
¿La viste?
Siéntete afortunado;
ella solo se aparece
ante los que ven
con los ojos del corazón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario