más que el absoluto mismo
aunque si bien el absoluto
como la nada y como el todo
no es más que una mera ilusión
de la no percepción y del imaginario
ninguno de estos existe
si no es por dependencia de aquello
que les da existencia.
Lo paradójico es que las partes
son perceptibles a quien da existencia
por existir en sí mismas,
aunque existir no sea
más que una ilusión
de aquello que el ideario
pergenea como cierto.
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