Lo mataste
con tu violencia
con tu inoperancia
encubriendo los hechos
haciéndote el pelotudo
callando, diciendo nada,
mirando para otro lado
usando desapariciones y asesinatos
como pretexto político
para joder a uno u otro gobierno
que de turno se pone
a jugar con el poder.
Lo mataste
cuando no investigaste
cuando perdiste el tiempo
esperando que se olvide
pero el que olvidaste fuiste vos
que una madre nunca olvida
más cuando le arrebatan de sus manos
la vida de un hijo.
Lo mataste
con tu actitud cobarde
cuando callaste, y te quedaste
con la idea del barbijo
tapándote la boca
en vez de aceptar con bolas
cómo es la justicia en estos lados
y condenar a viva voz
a los violentos, a los asesinos,
a los violadores, a los corruptos
sos responsable de cada culpable libre.
Lo mataste
en tu negligencia,
con indiferencia,
cuando permitiste que la violencia mande
y que la desaparición de alguien
se transforme en un juego mediático
en vez de un acto de repudio
que pudiera devolver la fe
a un pueblo embrutecido y maltratado
por todas las instituciones
que deberían cuidarlo
amarlo y respetarlo.
La cagaste.
Lo mataste
y permitís que digan excusas
para encubrir el crimen
y que no haya
crimen, ni causantes.
Lamento por tu vieja, Facundo,
la justicia de este país es una mierda.
Ella no es la primera
(ni tampoco será la última)
que por negligencia, mentiras
e inoperancia de la máquina estatal
pierden un hijo y mueren
en una oscura y triste soledad
sin hallar nunca jamás
ni justicia, ni respuesta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario