El sueño me gana,
los párpados tienden a cerrarse,
pesan, y pesan tanto
que ni con escarbadientes puedo
mantenerlos separados al uno del otro.
Es un día largo, largo largo largo
empezó temprano y ni él mismo sabe
cuando coño será que termine.
Pero no importa, hay veces que a la vida
hay que ponerle el pecho
y seguir para adelante
sin rendirse ante Morfeo
que juega con nuestras necesidades.
Pero puta que hace sueño,
espero poder echarme a dormir tranquilo
y que el la noche dure lo suficiente
como para que mañana al despertar,
el sueño se haya ido a reinar en su reino
y yo pueda seguir sintiendo
que soy el dueño de mi vida
y no un simple esclavo de este
soporífero estado de vigilia.