No es una provocación
que tus ojos de almendra me miren,
primero a los ojos después a la boca
no es una provocación el rubor de tus mejillas
cuando las pieles de nuestras manos
azarosamente y sin querer se rozan
no es provocación el que todas las palabras
que brotan de nuestros labios
estén tan cargadas de pasión y sentimientos
no es provocación sentirte como te siento,
soñarte como te sueño, desearte como te deseo,
pensarte todo el tiempo y no respirar...
si no es tu aire el que me rodea.
No es provocación que te muerdas el labio sonriendo
cuando me ves acercarme con cara de pavo enamorado.
No es provocación lo que entre nosotros nace,
no es provocación lo que nos damos y hacemos,
porque entre vos y yo hay mucho más que histeria y provocaciones
que seducciones, cavilaciones, pergeniaciones y necesidades,
lo nuestro es algo mucho más profundo y verdadero,
porque en vos y en mi crece el mismo sentimiento
mutuo, apasionado, respetuoso, sincero
que me susurra al oído y me asegura sin vueltas
que siempre serás para mi, mujer con los ojos sabor almendra.
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