Corro detrás de esa imagen que me atormenta
no huyo de ella, si no más bien, trato de acercármele,
de poseerla, de tenerla entre mis manos y hacerla mía
ó que me posea de una vez por todas y para siempre.
Voy incierto hacia donde se dirige, sin rumbo,
solo su existencia me deja descolocado, boquiabierto,
ver su sombra oscurece mis sensaciones y paraliza
cada uno de los momentos que pudieran ser buenos.
No hay lugar para volver, nunca, porque la imagen me sigue
cuando yo no la sigo, porque la imagen me atormenta
si la dejo en paz un momento, porque la imagen me juzga y juega
con cada uno de mis sentidos.
Allá voy, voy a por vos y todo lo que eso significa,
esto no es juego para mi, pero si para vos
que risueña te escurrís por los más oscuros y trémolos
rincones de mi presente y mente.