No me voy a entregar fácilmente
cuando me vengan a buscar,
no voy a echar por la borda
tantos crímenes perfectos,
tantas necesidades saciadas
tanta vida vivida a fondo
en las buenas y en las malas.
Y sé que la tentación será fuerte
porque a veces es más fácil rendirse
y cumplir la condena de una sociedad vacía
que dar la vida por lo que uno
creyó necesario y justo.
Será el plomo el juez y el resultado
será sangre la tinta con la que se escriba
la historia de los que vinieron a buscarme
para llevarme y encerrarme por lo que ellos mismos llaman
un comportamiento, políticamente incorrecto.
No señores, no me entregaré fácilmente
cuando vengan a buscarme
muy serán muchos los que se irán conmigo.
Tal vez sea el cielo el último paradero
de muchos de los que aquí pelean y estuvieron
tratando de cumplir su labor
con obediencia y subordinación
pero tengan por cierto
que lo que con sangre se escribe
no se borra con el tiempo.